LOS OLVIDADOS EN EL DEPORTE
"En nuestro país el entrenador está un poco abandonado, lo vemos tanto en provincia como aquí en el Distrito Federal, y aun siendo entrenadores nacionales, en realidad no estamos protegidos. En primer lugar, no contamos con Seguro Social o ISSSTE. Y luego, puede ser que hoy tengamos trabajo y el día de mañana, no".
Esta problemática se la planteó Onofre al presidente de México, Felipe Calderón, a las autoridades que están al frente del deporte nacional, pero siente José Luis que no se ha hecho nada. "Hemos tenido oportunidad de platicar con los encargados del deporte, de la Comisión tanto de la Cámara de Senadores, como de la de Diputados, y da tristeza ver a legisladores que no conocen lo que es el deporte".
Faltan muchísimas cosas para que un entrenador pueda tener tranquilidad laboral en algún momento y expuso una lista de 10 puntos para reconocer el valor de los entrenadores deportivos. Demandaron que se hiciera una revisión de la Ley del Deporte, en donde se pedía que "así como un medallista olímpico tiene una beca vitalicia, ¿por qué no también se les da al entrenador, si son muy pocos los que suben al podio olímpico?".
La realidad se impone en un país que no ha podido resolver problemas fundamentales como el desempleo, pero el artífice de los títulos olímpicos de Guillermo Pérez y María Espinoza, expuso que un atleta podrá tener mucho el talento, pero si no hay un buen guía, no se puede lograr las metas que se quieren como país: "Se debe buscar la forma de que el entrenador pueda estar dentro de la Secretaría de Educación Pública, de la Escuela Nacional de Entrenadores, de la Conade o de la Escuela Nacional de Educación Física, donde pueda tener un sueldo y prestaciones de ley".
"Vemos que los sueldos van de 2 mil 500 pesos a 15 mil pesos y sobre todo que no se valora el trabajo que realizamos, dedicamos muchísimo tiempo a los atletas, y al final de cuentas, lo que nosotros tenemos como premio y tampoco tiene un precio el de verlos en el podio. Pero también cabe la pregunta: ¿de qué sirve estar dedicando casi 24 horas, ser su segunda familia, si no hay una retribución acorde a la responsabilidad?", inquiere Onofre, no obstante ser uno de los cuatro o cinco de los mejores entrenadores pagados del país, a través del Fideicomiso CIMA.
En otros países, señaló, aparte de sus salarios, se les da bonos por Copas del Mundo, Campeonatos mundiales y no se diga Juegos Olímpicos, esos entrenadores son reconocidos y se les da un lugar privilegiado. A veces les preguntan:
-Oye, has de estar rico o algo por los premios que han logrado con los resultados de los atletas.
-Y, es así como ven los entrenadores de otros países. "La realidad es otra la que vivimos nosotros y además veo que aquí en el momento que consigues el resultado, es el momento cuando te apapachan, es cuando te quieren dar el reconocimiento. Pero es muy corto, y después... se olvidan del entrenador. Luego comenzamos a picar piedra para el siguiente ciclo olímpico. Un entrenador que ya ha dado resultados puede ser contratado por ciclos de cuatro años, en lugar de firmar un contrato mensual y a veces ni eso ocurre, como el caso de algunos deportes.
Añadió: "He visto desfilar en la pasarela a todos los candidatos y te hablan de que van a mejorar los empleos, que van a mejorar en la situación económica del país, pero no he escuchado a alguno de ellos que hablen de deporte. Los que designan para dirigir el deporte llegan a improvisar. Muchas entidades tienen centro de alto rendimiento y piden que se construyan más. Sin embargo, ¿por qué no dedican parte del presupuesto para la preparación de sus entrenadores, el que pueda tener un sueldo para que pueda vivir bien su familia y sus hijos puedan estudiar?".
En lugar de eso, la historia ha dictado que un entrenador se multiplica, va de un trabajo a otro, y eso es lo que les da de comer. Las autoridades deberían formular un proyecto nacional del deporte, concluyó el Premio Nacional de Deportes 2008.
QUÉ HACER
Para hacer una causa común en México, existe el derecho de libre asociación, pero dependerá de las circunstancias laborales. Hay veces que a algunos entrenadores se les contrata a través de terceros que trabajan para una Federación, pero les paga otro. Entonces habría que investigar quién tiene la obligación legal. Por el otro, no es satisfactorio para nadie regatear el salario que desquita una persona por el trabajo desempeñado. Sin embargo, se negociaría directamente con los representantes de la empresa o con los tribunales en donde podrían obtener un catalizador para que pudiera ser más rápida su demanda.
Otro de los caminos, que recomiendan los abogados y que resultaría factible llevar su problema las Cámaras, en determinado momento podrían considerar esta calidad de empleo e incorporarlo a la Ley del Trabajo. No es imposible, sólo que la iniciativa prospere. Hoy en día la mayoría de las instituciones firman por honorarios para no comprometerse más allá de sus posibilidades o circunstancias les permitan. Entonces todo se rige por el tipo de contrato, el técnico tiene que buscar el tipo de contrato que firma, sea el más adecuado y no quede desprotegido.
El camino más efectivo sería que la actividad de entrenador deportivo fuera reconocida por la ley del trabajo. La base sería un buen planteamiento jurídico, para que les pudieran dar luz a sus verde a sus pretensiones y derechos.
La demanda es muy pequeña en cuanto a contratar a profesionales del deporte, muchos dan clases en escuelas, en donde desarrollan sus conocimientos y capacidad. Pero, se requiere de un programa integral en cultura física, pero no ha tenido el auge que se esperaba, porque las autoridades se dedican más al deporte y no a la cultura física. Esto todavía está en pañales.
Otra propuesta jurídica sería incluirlos en un programa sexenal dentro de la Secretaría de Educación Pública, solo que se requiere de la voluntad y los medios que lo propicien, porque los entrenadores son de un elevado nivel de conocimientos que merecen ser bien pagados. Bajo este concepto, el tabulador se puede establecer, pero tiene que salir una normatividad que determine quién merece cuál o tal cantidad.
Se tiene que establecerse parámetros, porque hay entrenadores que hacen deportistas y hay deportistas que hacen entrenadores. Los entrenadores son un elemento indispensable para que pueda haber buen deporte y las instituciones, los gobiernos, sea cual sea su nivel, deben invertir, porque si no hay buenos entrenadores, no hay buen deporte.
Fuente; HÉCTOR REYES
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