Redacción ElHuffPost
España ha sumado otras dos medallas este jueves en los Juegos Olímpicos de Río 2016, gracias a la plata conseguida por Eva Calvo en la categoría de menos de 57 kilos y el bronce de Joel González en la categoría de menos de 68 kg, la novena y décima presea para el medallero español.
La española Eva Calvo, número dos del mundo, no ha podido superar a la británica Jade Jones, número uno del mundo. Jones revalida así el título que logró hace cuatro años en Londres con su triunfo (16-7) ante la española Eva Calvo.
El duelo entre la primera y segunda mejores taekwondistas del mundo en ese peso cayó del lado de la galesa afincada en Manchester, quien hoy agrandó su leyenda olímpica sobre el tapiz verde y azul del Carioca Arena 3. Incontestables fueron sus triunfos ante la marroquí Naima Bakkal (12-4), la belga Raheleh Asemani (7-2) y la sueca Nikita Glasnovic (9-4) que la condujeron hasta la final.
En esa ronda venció, por 16-7, a Eva Calvo y confirmó su supremacía en la categoría.
La egipcia Hedaya Wahba, otra de las candidatas al oro, debió conformarse con el bronce.
MAÑANA, MÁS CONTENTA
"La medalla de plata ya la tenía antes de empezar el combate, ahora he perdido la de oro. Aun así soy consciente que es ganar una medalla de plata en unos Juegos, y supongo que hoy no, pero mañana estaré más contenta", afirmó en declaraciones a TVE.
La de Leganés no llegó a mostrar su mejor sonrisa al terminar el combate ni cuando subió al podio a por su medalla. Calvo lamentó quedarse cerca del oro en su primera experiencia olímpica, donde eso sí fue remolque de la defensora del título.
"Me he puesto 7-6 pero después me ha vuelto a pillar dos arriba y tenía que volver a remontarlo. El cansancio también pesa, no me ha dado tiempo. Sé que es una rival dura y que ha estado a tope todo el combate", finalizó.
BRONCE DULCE
Por su parte, el taekwondista español Joel González se adjudicó la medalla de bronce en la categoría de -68 kilos del taekwondo de los Juegos de Río de Janeiro tras batir por 4-3 al venezolano Edgar Contreras, logrando su segunda presea olímpica, 'dulce' también por todo lo que ha conllevado.
El catalán fue protagonista hace cuatro años en Londres, cuando conquistó el oro en un peso menor, -58 kilos. Entonces, decidió cambiar y subir de cara a Río 2016, pero todo su ciclo olímpico estuvo marcado por una lesión de rodilla que le tuvo parado más de un año.
Sin embargo, se preparó y llegó a punto para la cita olímpica. No pudo conseguir su objetivo de pelear por otro oro, tras caer en las semifinales, pero finalmente supo sacar una medalla de bronce muy valiosa a nivel personal y duodécima para la delegación española.
González comenzó con sufrimiento su andadura en Río de Janeiro, derrotando al croata Filip Grgic de forma muy ajustada (3-4) gracias a una sensacional reacción en el asalto final. Su rival tenía controlado el combate y mandaba entrado el tercer y último asalto, pero el español arriesgó para remontar y ganarse el pase.
MÁS PLÁCIDO
El de Figueras tuvo un encuentro más plácido en cuartos y se aseguró pelear por las medallas tras imponerse por 7-4 al mongol Temuujin Purevjav. El catalán tuvo que apagar la fogosidad y la juventud de su rival para quedarse al borde de su segunda final olímpica.
Sin embargo, cuando esperaba un nuevo duelo con el surcoreano Daehoon Lee, al que batió en la final de Londres, se topó con el agresivo jordano Ahmad Abughaush, que también fue capaz de eliminarle en un combate que dominó desde el principio.
El asiático llegó a mandar 7-0 en el marcador y con la final casi perdida, González se lanzó el ataque y logró acercarse en el marcador al encadenar una patada al tronco y otra a la cabeza, pero su rival aprovechó sus riesgos lógicos para condenarle a la pelea por el bronce.
Tampoco le tocó el rival esperado al español. Todo hacía indicar que sería el turco Servet Tazegul, actual campeón olímpico del peso, pero fue el venezolano Edgar Contreras, el cual le planteó un combate muy cerrado y con pocos riesgos.
El de Figueras intentó ser el dominador ante un oponente a la espera en todo momento. Después de un primer asalto sin puntos, el español se puso por delante, pero el sudamericano logró llegar al tercero empatado tras una de sus escasas acciones ofensivas.
El catalán no se inmutó y logró conectar una patada en la cabeza para ponerse 4-1, una ventaja que supo administrar para quedarse con un bronce de mucho valer y que compensa todo su duro esfuerzo de estos cuatro años.
SABE A GLORIA
"He hecho un campeonato muy bueno. El jordano me ganó bien en semifinales y por el bronce he salido con ganas y a por todas. Al final ha salido bien", afirmó en declaraciones a la Cadena Cope, después de batir por 4-3 al venezolano Edgar Contreras.
El doble medallista olímpico destacó el significado de su segunda medalla, pese a llegar mermado por esa lesión de rodilla. "Te lo callas, al final de engañas a ti mismo para pensar que no es tan grave pero han sido cuatro años difíciles y este podio sabe a gloria", indicó, antes de agradecer el apoyo a su familia.
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